Tengo que confesarlo: a mi marido y a mí nos encanta México. Hemos estado en la península de Yucatán y en Ciudad de México, y la verdad es que estamos siempre deseando volver a este hermoso país. No sabemos exactamente el motivo. Quizás sea la mezcla mágica de su clima soleado, los vivos colores de sus entornos naturales, la gente amable o los platos típicos, que nos encantan. Sea lo que sea, estamos deseando volver y descubrir más rincones.
Esta vez queríamos ir a un lugar más relajado y romántico. Tras examinar varios destinos, nos decidimos por Puerto Vallarta, en la costa Este de México, pues tiene todo lo que necesitábamos para nuestro viaje: playas de ensueño, restaurantes de prestigio, y lugares culturales que visitar. No nos lo pensamos y reservamos a través de Zurfers un bonito apartamento turístico. ¡Prometía ser una semana para recordar!
Estas son algunas de las cosas que más nos gustaron de Puerto Vallarta:
Teníamos claro que nuestro principal interés a la hora de elegir destino era el poder disfrutar de playas de muy buena calidad. Acertamos totalmente. La costa de Puerto Vallarta es absolutamente espectacular. Nuestro alojamiento miraba al mar, y era una auténtica maravilla levantarse y ver ese paisaje. ¡Nos dieron ganas de quedarnos allí a vivir para siempre!
Las aguas celestes invitaban a disfrutarlas al máximo, así que no nos lo pensamos: estuvimos buceando, haciendo windsurfing, nadando… aunque la verdad es que pasamos más tiempo al sol en la Playa de Los Muertos, y luego en las de Las Gemelas y Playa Palmarés, esta última muy tranquila, ¡casi no había nadie cuando estuvimos!
Ver a los animales marinos es toda una experiencia. A mí me gusta mucho, y la verdad es que lo pasé muy bien nadando junto a los delfines en pleno océano. Tuvimos la oportunidad de ser testigos de una liberación de tortuguitas por parte de una protectora local. Las dejaron irse desde la orilla de la playa y fue divertido verlas correr hacia el mar, ¡tan pequeñas y tan valientes!
¿Os hemos dicho ya que nos encanta la comida mexicana? ¡Pues lo digo de nuevo, me chifla! He de confesar que Puerto Vallarta ha saciado mi hambre muy bien, porque vaya comidas ricas que pudimos disfrutar allí. Estuvimos probando todos los platos típicos de la zona, y entramos cada día en diferentes restaurantes para poder degustarlo todo. Y también visitamos una destilería de tequila, ¡ahí es nada! Así que, en lo referente a la gastronomía, de diez. Nos apuntamos a una clase de cocina rápida para tratar de importar los platos a nuestra cocina diaria, ¡ya veremos que tal nos salen!
Aunque no lo teníamos previsto, más que nada por desconocimiento, resultó que en Puerto Vallarta existen diversos yacimientos arqueológicos muy interesantes. Los descubrimos estando allí, y la verdad es que lo disfrutamos mucho. Fuimos a uno de los más conocidos, los Guachimontones, al lado de un pueblecito llamado Mascota (muy tranquilo y agradable, y por cierto, si vas, aprovecha para comprar artesanía, es muy barata y bonita).
Puerto Vallarta está muy orientado al turismo y las vacaciones, así que la oferta deportiva es muy amplia. Tanto si te gustan las aventuras en la naturaleza, ya sea en el mar o en el interior, encontrarás mucho donde elegir. A nosotros nos encanta todo lo relacionado con el océano, así que estuvimos haciendo esnórquel en Los Arcos, un lugar genial al que volveremos seguro muy pronto. En general, Puerto Vallarta ha sido un gran descubrimiento, y desde luego, OTRA razón más para volver a México (¡como sigamos así, nos quedamos allí a vivir!)
Explora nuestras opciones de intercambio para Puerto Vallarta.
¿Interesado en planificar un intercambio? ¡Déjanos tu email y te ayudaremos!