Hace tiempo que mis amigas y yo queremos ir a Punta Cana, y cuando se nos presentó la oportunidad a través de Zurfers, no lo dudamos un momento. Este destino turístico tiene todo lo que nos encanta: playas, fiesta y naturaleza que explorar. Además, la gente habla muy bien de este lugar, así que nos emocionamos mucho con el viaje, especialmente los días antes de la partida.
Estuvimos en un resort todo incluido, así que nos concentramos en disfrutar sin complicarnos la vida. Estas fueron las cosas que más nos gustaron.
Lo primero que hicimos, tras dejar las cosas en el resort y cambiarnos, fue unirnos a una visita guiada a este paraje natural del que todo el mundo habla maravillas. Está dentro de la selva de Scape Park, donde pudimos conocer su exuberante flora y exótica fauna. La piscina natural es fantástica, y nos pasamos mucho rato nadando y relajándonos en sus aguas. La verdad es que cuando sales te sientes como si hubieras rejuvenecido. ¡Increíble!
Llegó la noche y teníamos muchas ganas de conocer como era el ambiente de fiesta del que todo el mundo hablaba. Fuimos al Jewel, una de las discotecas más grandes y conocidas de la zona, y lo pasamos muy bien. A lo largo de nuestra escapada también estuvimos en Coco Bongo (que nos llamó la atención por sus actuaciones acrobáticas) y el Pearl Beach Club, muy lujoso y exclusivo.
Tras una noche de diversión y baile, lo mejor es una playa tranquila y relajante. ¡Bueno, no hay problema, en Punta Cana están las mejores del mundo! Tras lo que llamamos un “desayuno zombi” (aquel desayuno en el que solo puedes moverte y hablar con un muerto viviente debido a la resaca), nos fuimos las cinco a Playa Juanillo. Gracias a las aguas purificantes cristalinas y al sol revitalizante, la energía volvió a nuestros cuerpos junto con un precioso bronceado.
El día siguiente lo dedicamos a conocer la ciudad y descubrir cómo es la vida cotidiana en la República Dominicana. Nos gustó mucho el ambiente, muy relajado, tranquilo, antiguo. Era como volver a un tiempo donde las prisas y el estrés no existían.
Ya habíamos visto un poco las playas de Punta Cana, y nos apetecía explorar un poco más lejos (y bueno, ¡también queríamos navegar un poco!). Así que nos embarcamos en una visita en grupo a Isla Saona. Y puedo decir bien alto y claro que ese sitio es el paraíso. Así, de verdad, sin exageraciones. Las aguas son de un color azul turquesa precioso, cristalinas, limpias. El guía nos dijo que no sacásemos del agua las estrellas de mar, pues son muy delicadas y muchas mueren a manos de turistas que las usan para hacerse selfis. Me pareció muy triste y por supuesto que no lo hicimos. Se pueden admirar muy bien desde la superficie, y si llevas gafas y esnórquel puedes ver como se mueven junto a otros animales marinos.
Isla Saona no nos defraudó en absoluto, y no solo por sus paisajes de postal, sino por todo lo que significaba: paz, relajación, naturaleza y libertad.
Tras esto regresamos a casa, pero siempre recordaremos la increíble semana que pasamos allí. ¡Volveremos en cuanto podamos!
Explora nuestras opciones de intercambio para Punta Cana.
¿Interesado en planificar un intercambio? ¡Déjanos tu email y te ayudaremos!